"THE WALKING DEAD": Del éxito del cómic a la serie

"The Walking Dead" es un cómic sobre muertos vivientes y su sed de carne y sangre llevando a un grupo de sobrevivientes a valerse de su valentía para enfrentarlos sin terminar devorados.
Desde aquel tan recordado vídeo clip "Thriller" de Michael Jackson hasta películas muy recordadas como "El Amanecer de los Muertos", los zombis tomaron gran popularidad entre las masas y en el caso de esta producción la vía de las historietas sería un éxito.
Esta serie es una saga de cómics escrita por Robert Kirkman basada en una historia ficticia de un posible apocalipsis zombi, producto de un virus llamado Solanum (existente en la realidad en cierto tipo de animales pero no en humanos).
La trama propone un tema muy interesante como la supervivencia y de que forma una persona común puede de pronto descubrir un lado de su personalidad que no conocía por el hecho de protegerse y de cuidar a sus seres queridos (como el protagonista principal Rick Grimes).
El éxito del cómic fue tal que la cadena norteamericana AMC quizo hacer una serie de televisión basada en éste, manteniendo sólo cierta parte de los personajes pero respetando la historia principal en su mayoría.
La serie televisiva expone un gran marco natural y urbano, como también buenos efectos audiovisuales, tomando en cuenta el bajo presupuesto usado por los realizadores.

Los actores se adaptan a los personajes originales (tomando en cuenta los que quedaron) como Andrew Lincolns (Rick Grimes), Sarah W. Callies (Lori Grimes), el joven Chandler Riggs (Carl Grimes), Steven Yeun (Glenn), Laurie Holden (Andrea), Norman Reedus (Daryl), entre otras figuras norteamericanas que supieron dar vida a este grupo tan peculiar.
El cómic ya pasó los 100 números y sigue en emisión, como también la serie que va por su tercera temporada.
En fin, una producción que cumple lo que promete como también entretiene sin recurrir demasiado a los muertos o "caminantes" como se los suele llamar, jugando con la idea de sobrevivir y de cómo actuar cuando ya no hay a donde escapar.

Diego N. Martínez