miércoles, 3 de octubre de 2012

LOS NUEVOS ADOLESCENTES


La adolescencia es un periodo de muchos cambios físicos y psíquicos.
En esta se realiza la transición entre la infancia y la edad adulta que requiere otro tipo de obligaciones. Los jóvenes se replantean sus valores, empiezan a tomar decisiones con respecto a su futuro e implica para muchos el comienzo de la sexualidad.

El adolescente se enfrenta a diversas situaciones desconocidas y, a menudo, no sabe qué hacer ante ellas. Reinan entonces la incertidumbre, los sentimientos encontrados, la angustia, impaciencia, el enojo y la desesperación.

En esta etapa el individuo siente la necesidad de crear nuevos vínculos y prospera en él la atracción física por el género opuesto debido al desarrollo sexual. El hecho es que la edad de comienzo de la actividad sexual desciende cada vez más y las consecuencias suelen ser irreversibles.

“El 42% de los adolescentes uruguayos tiene su debut sexual antes de cumplir los 20 años, según datos oficiales. La edad media de inicio de las relaciones sexuales para las mujeres es de 15 años, y de 14,5 para los varones.”Datos estadísticos de Diario El País (martes 5 de noviembre de 2010) revelan que:

Si miramos hacia atrás, nuestros abuelos se casaban prácticamente a esta edad y su vida sexual comenzaba allí, siguiendo esta  línea de razonamiento, no hubo grandes cambios si tomamos en cuenta la edad de iniciación sexual, pero el problema radica en que los jóvenes se inician sexualmente con un chico que suele ser producto de relaciones efímeras.
Pero jóvenes de hoy en día, no viven su primera experiencia y su vida sexual de la misma manera. Al ser encuestadas, 6 de cada 10 de las adolescentes dicen haber perdido la virginidad con un chico que han conocido en la noche.

Entonces surge la pregunta ¿a qué se debe este cambio tan radical de pensamientos y formas de actuar en la sociedad joven en tan pocas generaciones? ¿Este nuevo concepto de sexualidad en los jóvenes será saludable para ellos?

Si bien, el apoyo familiar es indispensable para el adolescente. Pero muchas veces esto se torna difícil, y reina la incomunicación, por muchos aspectos, las familias cada vez tienen menos tiempo juntas, porque los dos padres trabajan, esto implica menos conocimiento de los padres hacia los hijos, lo que al momento de convivir trae problemas.

Se podría decir que estos están en sintonías diferentes, mientras el adolescente afronta una lucha permanente por su identidad, por encontrar su propio lugar y por la independencia que desea lograr de sus padres.


Los padres se vuelven poco tolerantes, autoritarios y desconfiados y los hijos se rebelan ante esas actitudes. En otras ocasiones las permanentes excusas de diversas responsabilidades y compromisos a cumplir alejan a los papás de sus hijos.

Frecuentemente ambas partes se encuentran tan sumidas en sus actividades que crean un muro invisible entre ellos y eliminan prácticamente por completo cualquier relación paternal existente.

Los adultos pierden consciencia de las decisiones que comienzan a tomar los chicos, no los escuchan, no ven sus verdaderas necesidades, no los guían en su camino.

A menudo los padres desconocen el verdadero paradero de sus hijos, ignoran cuáles son sus amistades y qué actividades realizan.
En definitiva están ajenos a su mundo y no logran acercarse a ellos en la etapa en que más los necesitan.

Si bien no existe hay escuela ni universidad que enseñe a un individuo a ser padre o madre, pero es de vital importancia que éstos comprendan que es igualmente negativo imponer límites constantemente, rigurosos y poco flexibles como no ponerlos nunca.
Deben ser justos y explicar las razones de sus reglas, dejarlos actuar con libertad pero mostrándoles cuál es el camino, ayudarlos a tomar decisiones positivas, contenerlos afectivamente, explicarles cuáles pueden ser las consecuencias de sus actos ya que aún no son verdaderamente conscientes de que las resoluciones que tomen hoy repercutirán en el mañana.
Dentro de las enseñanzas es imprescindible transmitirse al adolescente todo lo que concierne a la educación sexual. Para muchos papás es difícil encontrar la forma de hablar sobre el tema ya sea por pudor, por miedos, por estar faltos de información o por haber recibido un modelo de educación sexual no favorable.
Esto puede muchas veces puede desembocar en daños psicológicos y físicos sino también en embarazos no deseados, producto de no tener una relación sexual responsable y segura, además de enfermedades de transmisión sexual que muchas veces son contagiadas hijos.

Si a esto le sumamos que muchas previo y durante el embarazo consumen drogas, la situación se torna mas peligrosa, para la joven y el niño, que muchas veces les genera una dependencia a las drogas de por vida.

Dentro de las enseñanzas es imprescindible transmitirse al adolescente todo lo que concierne a la educación sexual. Para muchos papás es difícil encontrar la forma de hablar sobre el tema ya sea por pudor, por miedos, por estar faltos de información o por haber recibido un modelo de educación sexual no favorable.

Es posible que no sepan “cómo sacar el tema”, que el adolescente piense completamente diferente o que se sienta atacado o invadido ya que quiere resguardar su intimidad por completo.

Pero si tenemos en cuenta la exposición en la que hoy en día se encuentran, el tema se torna mas difícil, es que el sexo se presenta antes nuestros ojos permanentemente mediante los medios de comunicación., la sobreexposición de la figura femenina, y su alto contenido erótico en la revistas, películas, Internet, canciones y principalmente en la televisión producen un despertar sexual prematuro.
Se desvaloriza cada vez más los sentimientos y como contrapartida la atracción física o carnal pasa a ser lo primordial.

Carolina Lopez Gretler

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