jueves, 18 de octubre de 2012

Alcoholismo, una enfermedad que habita muchas de las casas uruguayas


El alcoholismo  se define como una enfermedad crónica y progresiva, que implica la dependencia del alcohol. Es una enfermedad que empieza con simples borracheras y finaliza con el abuso de alcohol,  generalmente como forma de evadir problemas personales.

Por otra parte, surgen  los síntomas de abstinencia cuando se detiene el consumo constante, y el cuerpo sufre una serie de trastornos físicos como pueden ser el pulso acelerado, la sensación de inquietud, pueden aparecer temblores, vómitos y alucinaciones en la mente entre otros.

Una de las principales causas de beber en exceso es que el alcohol es un “desinhibidor”, esto permite en la gente darle cierta valentía de hacer cosas que normalmente no harían. La depresión y la baja autoestima son factores que inciden en el consumo de la droga ya que ésta genera confianza en los que no la tienen para enfrentar diferentes situaciones de la vida.

En el bebedor los efectos pueden ser a corto o a largo plazo:

En cuanto a las consecuencias a corto plazo pueden ser resacas, falta de memoria, vómitos y otros malestares pasajeros. Pero a largo plazo el exceso de esta droga puede generar daños irreversibles en el hígado o en los riñones, como también problemas de presión arterial alta y graves enfermedades cardíacas.

A largo plazo las consecuencias pueden llegar a ser cirrosis, cáncer de hígado o de mama, obesidad, infertilidad y enfermedades del corazón entre otras. Depresión y pérdida del deseo sexual, incapacidad de concentración, alucinaciones, pérdida de la memoria o cambios de humor son algunas de las formas de manifestación de los problemas psicológicos que genera el alcohol.

El alcoholismo no solo tiene consecuencias para la persona adicta, sino que también afecta a toda la gente que lo rodea. Es difícil para quienes son cercanos al alcohólico entender que no pueden ayudarlo, y es por esto que afecta a todos por igual. Estos hogares suelen ser lugares llenos de discusiones, peleas y mentiras porque siempre surgen diferentes confrontaciones

En cuanto a los niños, por lo general suelen echarse la culpa de los problemas que hay en sus casas. Es muy común que su infancia se vea afectada por este problema y que influya en su futuro por crecer en un entorno violento inestable e inseguro. La mayoría de los hijos de alcohólicos tienden a hacerse adictos a  la misma droga que sus padres o a otras.

En cuanto a la pareja de un alcohólico es una situación complicada, ya que el bebedor no es fiable y  generalmente se dan situaciones de violencia doméstica. Esto es común en estas relaciones, porque bajo los efectos del alcohol se pierde el autocontrol.




Por Gabriela García

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