Existió en una localidad de Canelones
llamada San Ramón un señor de apellido Montero dueño de un leal y fiel amigo
sur el mismo era un hermoso ovejero alemán manto negro, las hazañas increíbles
que el hombre realizaba con su perro aún hoy perduran en la memoria de los
vecinos que disfrutaron de las mismas por ejemplo la más asombrosa que se
comenta es cuando el dueño le pedía a su querido amigo sur que prendiera la
radio y sintonizara a Gardel, las radios de aquella época contaban solo con dos
perillas; una para prender y otra para buscar las estaciones.
En determinadas horas del día Montero le
decía a su perro sur "que lindo que esta mi amigo para escuchar a
Gardel", el inteligente animal prendía la radio y con la otra perilla iba
buscando hasta que aparecía aquella voz, luego se sentaba junto a su amo, tal
vez atrapado por instinto del magnetismo de aquella voz tan inconfundible, se
ve que Montero con mucha paciencia lo
había adiestrado en aquella disciplina, si en la actualidad pasáramos por San
Ramón y buscáramos la veracidad de este hecho más de un vecino emocionado
recordaría a Montero y a su inseparable amigo sur.
María Eugenia Lopez
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