Baja de la edad de imputabilidad

Uno de los temas que está en boca de los ciudadanos y legisladores. Una medida que no soluciona el problema y sobre todas las cosas no educa, ni rehabilita.

En la actualidad Uruguay está pasando por una crisis de inseguridad que tiene a la población preocupada.

Debido a esto el partido colorado encabezado por el Senador Pedro Bordaberry propuso a mediados del año pasado un proyecto para bajar la edad de imputabilidad, apoyado por el partido Nacional.

El proyecto propone bajar la edad de 18 años, como es actualmente a 16 años. Esto implica que los jóvenes mayores de 16 años serán juzgados como adultos. El proyecto además propone que los antecedentes no sean borrados una vez que la persona sea mayor de edad, como lo es ahora y crear un centro de rehabilitación para el menor infractor.

El sector político que impulsa el proyecto recolectó 370.000 firmas, lo que permite convocar a un plebiscito en las próximas elecciones. En el caso que los ciudadanos voten a favor del mismo se estaría poniendo en práctica en el año 2014.

El diputado Sebastián Sabini, representante del partido Frente Amplio; manifestó  en entrevista, que está en contra de la baja de la edad, argumentando que "es una medida fuera de la realidad, porque en la actualidad hay un poco más de cuatrocientos menores privados de libertad y en Uruguay son más de setecientos mil jóvenes”.

Al aumentar las penas los delitos no bajan, no hay una correlación. En el año 1990 aumentaron las penas y los delitos crecieron.

Sabini dijo que Uruguay es uno de los países más seguros de América Latina. En este país hay aproximadamente doscientos asesinatos por año, un cuarenta por ciento de los homicidas son allegados a la víctima, otro cuarenta por ciento son por ajustes de cuenta, un diez por ciento lo realizan menores de edad y el restante diez por ciento por causas varias. Esto demuestra la baja participación de los menores de edad.

En el año 2002, período de crisis para el país, los menores de edad de hoy en ese entonces eran niños, la mitad pobres, pasando hambre, faltando a la escuela. Sabini cree que el problema esta en el sistema educativo, en los valores familiares, y en el adquisitivo. Por eso  hay que reducir la pobreza.

Otro punto que manifestó el diputado es que los sistemas carcelarios del país no están preparados para la rehabilitación, los jóvenes que salen en libertad, vuelven a delinquir.

Al preguntarle su opinión sobre dicho proyecto a Pablo Álvarez, Director general del Ministerio de Educación y Cultura declaró estar en contra, cree que es un problema de la sociedad. Los adultos ven a los adolescentes como “una cosa temerosa”.

Encontró ciertos puntos que llamó falacias, una de ellas es que el grupo que impulsa este proyecto argumenta que el problema se resolvería en la actualidad, no es cierto porque en caso  que se aplique sería recién dentro de cuatro años. Además negó que la mayoría de los delitos los cometen los jóvenes.

En el año 2007 se votó una ley de humanización del sistema carcelario, la misma permite a los reclusos permutar dos días de trabajo por un día menos de condena. Esto sirve para motivar al recluso a trabajar, es una forma de rehabilitación.

    

    Desde mi punto de vista bajar la edad de imputabilidad no es una solución  apropiada.

Partamos de la base que los menores de edad ya tienen un código penal que los juzga. En la actualidad los centros de rehabilitación que se han creado no han funcionado como tal.

El problema de los adolescentes infractores parte de la educación, de los valores familiares que estos carecen. No se les inculca la importancia de la formación, no son obligados por sus adultos a cargo a asistir a los centros educativos.

 Otros aspectos  como factor que influye en los jóvenes que delinquen es el  ambiente empobrecido en el que viven, la situación económica, el nivel educativo y cultural de sus padres. Estos aspectos hacen que tengan que trabajar desde temprana edad y dejen los estudios o en el peor de los casos salgan a robar. El nivel educativo de los padres es muy importante, al  igual que los valores que transmiten. Los adultos son tomados generalmente como ejemplo por los adolescentes

El dilema  de los menores infractores como el de la inseguridad no se va a solucionar en un plazo corto, va a llevar muchos años. Paso primario a tener en cuenta para empezar a erradicar el problema es trabajar en educar a los niños de la actualidad, quitar a los que se encuentren en situación de pobreza, educarlos, transmitirles valores y aceptarlos como son. Es un trabajo que veremos  los resultados a futuro. Trabajemos con los niños del presente para evitar en el futuro la dificultad de la actualidad.

Creo que los ciudadanos que firmaron “por la paz” título de la campaña no estaban informados. Me baso en encuesta realizada en la vía pública. Al preguntarles a personas distintas sobre si estaban de acuerdo con el proyecto y dieron su opinión favorable, no pudieron argumentar la misma por falta de información.

Considero que el público está aterrado y ésto es producto de cómo está presentado y tratado el tema en la sociedad.

A continuación citas textuales de  ciudadanos donde manifiestan su opinión a favor del proyecto.

«Estoy de acuerdo porque son ellos los que cometen delitos mayormente, entonces que sean juzgados como tal » «Sí, hay que parar ésto, los menores se hacen los vivos porque saben que no les hacen nada»

Si hay algo que aún no tengo una opinión clara sobre este proyecto es el hecho de que los antecedentes sean eliminados, ya que los antecedentes hacen a la persona. Es el único punto de este proyecto en el que no tengo una posición firme.

Tomando en cuenta los datos aportados por ambos miembros del Estado se puede concluir que uno de los problemas de los menores infractores es la falta de educación y valores familiares.

No sería correcta la baja de la edad de imputabilidad porque se estaría juzgando a todos los adolescentes del país como adultos, cuando en realidad los menores infractores son una mínima parte y tienen su propio código penal que los juzga.

En caso de privarlos de libertad como adultos  los centros carcelarios del país no están aptos para rehabilitar. 




Bruno Fumero