miércoles, 29 de agosto de 2012

Violencia domestica: "compromiso de todos"


Por causa de la violencia doméstica, en Uruguay muere una mujer cada 9 días y se realiza una denuncia cada 48 horas. Es un tema real que afecta a la sociedad, y que sucede en más hogares de los que imaginamos, en los cuales, en muchos casos, el silencio es la principal medida que adoptan las mujeres, quedando el maltrato en el anonimato.
 
Este acto de violencia puede ser considerado el delito más frecuente después del hurto.
Tantos avances que presenta el mundo en materia electrónica e industrial, pero en este tema la sociedad uruguaya sigue en la prehistoria como si tuviéramos todos vendas en los ojos haciendo como si nada pasara.

La violencia doméstica constituye una violación de los derechos humanos. Por las consecuencias que pueden llegar a tener en la salud de las víctimas, debe ser considerada una prioridad para Salud Pública.

La legislación uruguaya define este acto como: “Toda acción u omisión, directa o indirecta, que por cualquier medio limite ilegítimamente el libre ejercicio o goce de los derechos humanos de una persona, causada por otra con la cual tenga o haya tenido una relación amorosa o afectiva basada en la cohabitación y originada por parentesco, matrimonio o unión concubinaria”.

Si miramos la situación individualmente, no se puede manejar la problemática, debe ser encarado por la sociedad en su conjunto, las personas deben concientizarse, saber que existen diversas maneras de maltrato doméstico, no solamente físico.

El comienzo de las agresiones en las parejas, no necesariamente es corporal, puede ser muchas veces desde lo económico, lo psicológico, a través del desmerecimiento, prohibiciones explícitas, que lentamente llevan al aislamiento, la soledad, la depresión, desgastando a la mujer, como a un sin fin de efectos que a medida que pasa el tiempo van llevándola en muchos casos, a una muerte indeseada.

Muchas veces la relación sexual se convierte en un acto de ataque o agresión que no se basa en el afecto, en la que no se tienen en cuenta las necesidades de la mujer, en otros casos suceden sin el consentimiento de las mismas.

En el subconsciente de la mujer muchas veces no se advierte que están siendo agredidas por estar acostumbradas a dicho acto, sólo denotan  el maltrato cuando éste se manifiesta en forma física.

Los comunicadores somos responsables de llevar a los hogares la información para intentar que las consecuencias de la violencia no sean irreversibles, o que a través de la difusión pública, podamos mitigar el sufrimiento de muchas familias.
Actualmente muchas más mujeres se están animando a denunciar a sus parejas, aunque todavía existen casos que no se animan a hacerlo, quizás por temor a las represalias por parte de éstas o, en muchos otros, a la desconfianza en el sistema policial, que la mayoría de las veces no actúa como debería y todas las denuncias quedan archivadas en una comisaría.

En la actualidad las mujeres tienen diversos servicios a los cuales acudir en caso de ser víctimas de violencia doméstica: el 08004141, por ejemplo, que desde hace algunos años es de cobertura nacional, luego de un acuerdo con ANTEL, servicio en el que se graban las llamadas para analizarlas, como estrategia para perfeccionarse, atendido por mujeres que derivan el llamado a los servicios que correspondan. El número es gratuito, accesible para todos, no queda registrado en la factura telefónica para mantener el anonimato de las denunciantes.

Al mismo tiempo existe la Comuna Mujer, que es un espacio abierto de participación ciudadana, que se encuentra en 9 puntos en la ciudad de Montevideo, y ayuda a mujeres de  menores recursos. Cuenta con 2 servicios: jurídico y psicológico. El primero atiende variadas situaciones además de la violencia, se apunta a auxiliar a las mujeres para que conozcan sus derechos y adonde deben recurrir ante un caso de agresión. El segundo es brindado por asistentes sociales, psicólogos o especialistas en la materia, se atiende desde lo emocional y lo afectivo, contando con servicios de Auto-ayuda.

Con las víctimas se trabaja la autoestima y la identificación de sus necesidades como seres humanos, brindándoles herramientas para que tomen conciencia de los recursos con los que cuentan.

Desde el punto de vista legal la violencia doméstica existe como figura jurídica desde el año 1995 amparada por el artículo 18 de la Ley número16.707, en la que el estado reconoce como delito dicho acto que se incorpora al Código Penal uruguayo en el artículo 321 bis con el título de delitos contra la persona física y moral; y luego en el 2002 con la Ley 17.514 o ley de violencia doméstica el 2 de Julio de dicho año. La ley anteriormente citada creó, en su artículo 24, el Consejo Nacional Consultivo Honorario de Lucha contra la Violencia Doméstica, que elaboró el Plan Nacional contra dicho delito, el que debe ser intersectorial e interdisciplinario.

Fue un cambio importante, tiene sus carencias, pero era una ley necesaria, quizás porque antes esta problemática no se identificaba como tal, generalmente en el pensamiento colectivo se decía: “Si el marido le pega es porque algo habrá hecho”.
Se ha propuesto, por grupos de mujeres afectadas por esta causa, que se formen en los departamentos consejos integrados por personas de distintos organismos: enseñanza, salud, personal del Ministerio del Interior, entre otros.

En los municipios se creó el Plan de Igualdad, con el objetivo de profundizar lo realizado hasta el momento en materia de violencia doméstica, y probar otras estrategias que comprometan a la sociedad en su conjunto.

Para intentar resolver esta problemática, entre otras cosas, tiene que romperse el aislamiento en que se desarrolla el maltrato, con la creación de barreras sociales y  disciplinarias, para poder comenzar a ponerle fin al ciclo de la violencia.

Uruguay va en un buen pero lento camino de toma de conciencia sobre este tema y el primer puntapié ha sido dado por la legislación, aunque continúan existiendo carencias y dificultades para una buena difusión del tema a nivel nacional.

Todavía queda mucho por hacer en materia de violencia doméstica, pero se ha dado un gran paso con la Ley, pero habrá sido en vano mientras se sigan perdiendo vidas  humanas por esta razón. Se debe abordar el tema por parte de toda la sociedad.  Haciendo referencia a Eduardo Galeano:“Los derechos humanos comienzan en casa”.


Juan Pablo Campodónico.

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