En los últimos días el huracán
Sandy, que azota a los Estados Unidos como nunca antes había
sucedido, aumenta su fuerza de destrucción a medida que transcurre
cada hora. Actualmente se encuentra aproximadamente a 400 kilómetros
al sur de la ciudad de Nueva York, según señaló la dependencia
meteorológica Saffir-Simpson.
Esta catástrofe climática interrumpió
la campaña electoral que se lleva a cabo en dicho país entre el
actual presidente Barak Obama y su principal rival el republicano
Mitt Romney.
El gobernador de esta ciudad ordenó en
la pasada jornada el cierre de los túneles de Manhattan ante la
posibilidad de saturación en el tránsito.
El primer mandatario canceló su
participación en un evento político que se llevaría a cabo en
Florida y regresó a la Casa Blanca para hacerse cargo de la
situación.
Este acontecimiento meteorológico ha
tenido gran repercución a nivel social, de manera que todas las
escuelas de Nueva York y Washintong permanecerán cerradas, así como
también se encuentran paralizados todos los sistemas públicos de
transporte terrestre.
Esta situación demandó una reunión
del Consejo de Seguridad, la que no pudo llevarse a cabo en la sede
del ente antes mencionado debido a los daños registrados en este
edificio.
Sandy, aunque suene inofesivo, ha
dejado como saldo doce muertos hasta el momento, millones de hogares
sin suministro eléctrico y puso en estado de alerta la edificación
de una central nuclear.
Al mismo tiempo 14.000 vuelos ya han
sido cancelados.
Una mujer falleció tras ser golpeada
por un anuncio publicitario arrancado por los fuerte vientos que
arremetieron la ciudad neoyorkina, ciudad más afectada en el proceso
del huracán, en donde el nivel del agua ha alcanzado los 4,1 metros
de altura.
El mundo olvida que no hace mucho,
Sandy se ensañó con el Caribe, especialmente con los países de
Haití y Cuba, en donde las cosecuencias fueron devastadoras dejando
a los países antes mencionados inmersos en una preocupante crisis
económica.
En Haití las estimaciones llegan a la
cifra oficial de 54 muertos y 21 desaparecidos a causa del huracán,
que era de categoría 1 cuando azotó al Caribe la semana pasada, y
va aumentando su poder de destrucción a cada momento.
Como
ya ha expresado el historiador recientemente fallecido Eric Hobsbawm,
vivimos en la era de las catástrofes.
Nunca podremos
acostumbrarnos a ellas. Sin embargo deberemos prepararnos a convivir
con ese desagradable nuevo inquilino.
Por Juan Pablo Campodónico 1ero TK
No hay comentarios:
Publicar un comentario