miércoles, 29 de agosto de 2012

VIDEOJUEGOS, UNA MODA CON ADICCIONES Y SUS PROBLEMAS

La industria de los videojuegos es cada vez más grande y el número de consumidores más aun. Los jóvenes tienden a ser el público que consume este producto por lo que los creadores de los juegos buscan hacerlos adecuados y con características para dicho público. Por eso cabe preguntarnos: ¿Hasta qué punto evolucionarán para satisfacer las nuevas exigencias de los consumidores? o ¿Cómo pueden llegar éstos a convertirse en sólo un objeto de entretenimiento?
Con el pasar de los años, han ido evolucionado tanto en calidad como en realismo, lo que los hace más deseables y populares entre las masas. Los juegos más aprobados son los bélicos como el muy conocido Call of Duty, Battefield, entre otros.
 El plano deportivo no se queda atrás, juegos como Pro Evolution Soccer, Winning Eleven, FIFA son los favoritos del público fanático del futbol.
Estos juegos pueden jugarse individualmente, en grupo de dos o más personas o entre varios individuos en distintos lugares por medio de internet como los juegos on line. Los hay sencillos y otros más complejos, algunos son capaces de representar historias y hechos (tanto verdaderos como ficticios).
Pero a pesar de lo atractivo que son estos entretenimientos suelen causar cierta adicción que afecta directamente a quienes los juegan excesivamente. Todo el que haya jugado a un videojuego sabe que son adictivos.
Como decía en párrafos anteriores, los juegos son variados y existen para todo tipo de gustos. En este contexto podemos diferenciar entre dos categorías: tradicionales y online de uso masivo.
 Los primeros tienden a involucrar a un sujeto o dos a lo máximo, siendo en cierta parte más personal. Esto no los hace menos adictivos, es más, generan más necesidad de jugarlos con el fin de finalizar los niveles o “pantallas” o simplemente ganarle al contrincante (de haber uno).
 Los on line, podría decir que, son mas adictivos y causan una alienación del jugador con respecto a los demás.
Me refiero a que el individuo al jugar a distancia no mantiene un contacto directo con él o los oponentes y como no puede poner el juego en pausa, una vez que este inició, hace que la concentración sea mayor y que trate de evitar todo tipo de contacto con lo que lo rodea con el fin de no distraerse.
Los juegos violentos (guerra, violencia callejera, entre otros) suelen ser de mala influencia con contenido racista o sexista (mujer como premio o víctima). Estos videojuegos pueden causar malos modelos de comportamiento en el niño.
Por otra parte pueden favorecer el aprendizaje y crecimiento del niño o adolescente al ayudarlo a superarse a sí mismo, buscar más y nuevos conocimientos y ganar concentración, pero también lo aleja del mundo real y refuerza  su individualidad.
La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE) profesionales en software informático, afirman que “la adicción a los videojuegos no es tan grave como muchos creen que es”.
También creen que el autocontrol que el usuario tenga es esencial, es decir, el jugador sabe hasta qué punto es capaz de manejar el deseo de jugar excesivamente.
Hay personas que son más propensas a la adicción a los videojuegos, como aquellas que tienen ya un problema previo y que pueden llegar a encerrarse en el mundo de que estos crean, desconectándose de las demás realidades de su entorno (como sus compañeros, responsabilidades sociales, atención personal, etc.).
Esta de mas decir que los niños de hoy día son los grandes exponentes de “adicción” pues, en estos últimos años, el cambio mas importantes en las costumbres de los chicos es la impresionante y temprana adaptación al mundo cibernético.
 Cuando en otros años acostumbraban practicar juegos clásicos (como “bolitas” o el trompo), en esta época tienden a ocupar gran parte de su tiempo en una computadora.
Por otra parte, se produce como una dependencia, ya que pueden tener determinados modos de juego, que a medida que son alcanzados producen en el jugador un afán de llegar aun más lejos por el reto que proponen los distintos niveles.
Es importante destacar que los videojuegos no suponen una amenaza, puesto que todo dependerá del uso y control que se tenga sobre ellos. Por eso, las adicciones no se centran en el propio juego, sino en la forma descontrolada y abusiva en la que se puede presentar.
En resumen, este modo de entretenimiento plantea una serie de problemas los cuales tal vez no son de mucha importancia comparados con otros. Pero si presentan un dilema para la sociedad moderna. Los jóvenes ocupan demasiado tiempo en jugar en sus computadoras, play stations u otras consolas y dejan de lado otras cosas esenciales que tal vez son más productivas.
 Los niños y los adolescentes son quienes se ven mas atraídos por estas costumbres. Aunque se proponen varias soluciones a este tema, como la charla de los padres hacia los hijos, reducir el tiempo del niño o el adolescente frente a la consola, etc.


Diego N. Martínez
 

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